Se entiende por carne roja toda aquella que procede del músculo de mamíferos comola vaca, la ternera, el toro, el buey, el cerdo, el cordero, el caballo o la cabra. Además, también están consideradas como carnes rojas las procedentes de los músculos de algunas aves como el pato, el ganso, el pichón, la perdiz o la codorniz.
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Lo que todas ellas tienen en común es el color rojizo que posee su carne en crudo debido a la acumulación de mioglobina. Una proteína que se encarga de transportar el oxígeno al músculo.
A pesar de su importancia, la mioglobina no es la única razón por la que los médicos nutricionistas consideran a la carne roja un elemento esencial en cualquier dieta equilibrada.
Veamos, pues, cuáles son los principales beneficios de la carne roja, cuánta se recomienda comer a la semana y cómo debe cocinarse para disfrutar de todaslas ventajas de la carne roja.
Propiedades de la carne roja
La carne roja es rica en proteínas, hierro, minerales, antioxidantes y vitaminas del grupo B, lo que la convierte en un alimento altamente nutritivo y, por tanto, beneficioso para la salud.
A nivel nutricional, una pieza de 100 gramos de carne roja contiene alrededor del:
- 50% de la ingesta diaria recomendada de fósforo.
- 38% de la IDR de vitamina B12.
- 40% de la IDR de cobalamina.
- 38% de la IDR de Zinc.
- 25% de la IDR de Selenio.
- 25% de la IDR de vitamina B3.
- 25% de la IDR de Niacina.
- 20% de la IDR de vitamina B6.
- 15% de la iIDR de hierro.
- >10% de la IDR de otros grupos de vitaminas y minerales esenciales para el organismo.
10 Beneficios de la carne roja
La carne roja es uno de los grupos de alimentos que no pueden faltar en ninguna dieta equilibrada. Los motivos, como vamos a ver, son muchos:
- Es una importantísima fuente de hierro y zinc, por lo que resulta de gran ayuda a la hora de prevenir enfermedades como la anemia.
- Contiene altas dosis de vitaminas del complejo B, lo que facilita el correcto funcionamiento del sistema nervioso.
- Las proteínas que posee son de fácil asimilación, lo que favorece la preservación y la regeneración del tejido muscular.
- Tiene una alto porcentaje de fósforo, lo que ayuda a fortalecer los huesos y a prevenir la aparición de problemas de tipo óseo como la osteoporosis.
- Contiene varios de los aminoácidos esenciales. Un nutriente que facilita la generación de energía y ayuda a mantener el equilibrio de ácido-base en nuestro organismo.
- Posee ácido linoleico, lo que acelera la reparación y la recuperación de los tejidos musculares y articulares tras la realización de actividad física.
- La gran mayoría de sus componentes resultan fundamentales para garantizar el correcto desarrollo del feto.
- Sus proteínas son de las pocas que son capaces de asimilar los niños menores de ocho años.
- Se trata de un alimento que, por su composición, resulta altamente saciante, lo que ayuda a retrasar el deseo de volver a comer.
- A diferencia de lo que ocurre con otros grupos de alimentos, la carne roja no genera ningún tipo de alergia.
A pesar de los muchos e importantes beneficios que se desprenden del consumo de carne roja hay que recordar que se trata de un tipo de carne que contiene un alto porcentaje de grasas saturadas.
Razón por la que los médicos nutricionistas recomiendan consumirla con moderación, sobre todo si se sufre sobrepeso.
¿Cuánta carne roja debe comerse a la semana?
Casi todos los estudios al respecto coinciden en que el consumo ideal en adultos es de una a dos veces por semana.
En los niños, para garantizar la ingesta de hierro recomendada, esta se eleva hasta las dos o tres veces por semana.
Las personas con problemas de peso o enfermedades cardiovasculares deben, sin embargo, limitar su ingesta.
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Si este es tu caso te recomendamos que consultes a tu médico o dietista qué carnes te convienen más, en qué cantidades debes consumirlas y, también, cómo debes cocinarlas.
¿Cómo debe cocinarse la carne roja?
Más importante que controlar la cantidad de carne roja que comes es cocinarla bien, ya que está demostrado que los métodos de cocinado que la exponen al humo contribuyen a la formación de unas sustancias tóxicas que pueden provocar distintos tipos de cáncer.
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También debes saber que, al freírse, se multiplica la cantidad de grasa que se ingiere, por lo que la mejor forma de cocinarla para mantener todas sus propiedades es al vapor.
Lo ideal para incrementar su valor nutritivo es acompañarla de unas verduras y/o de unos hidratos de carbono en forma de patatas o arroz.
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Tanto si decides consumirla sola como acompañada, recuerda que puedes darle un toque extra de sabor con alguna de las muchas y sabrosas salsas Choví.
Una serie de aderezos elaborados únicamente a partir de ingredientes naturales que resultan ideales para maridar con cualquier carne.