Cuidarse está de moda, pero esto no significa que haya que renunciar al sabor o a la variedad en nuestras comidas. La alimentación es la clave para gozar de una buena salud. Por ello, os presentamos un plato que está en auge y nos ayuda a guardar la línea sin ser aburrido. Se trata de un delicioso Buddha bowl con Salsa de miel y mostaza.
Sí, comer en bowl se ha extendido como la pólvora en nuestra cultura gastronómica. No es de extrañar, ya que los ingredientes que se utilizan para crear estas recetas suelen ser ecológicos y naturales.
Qué es un Buddha bowl
En realidad, un buddha bowl no es más que la combinación de ingredientes simples y sanos a modo de plato único. Al ser la opción principal de todo el almuerzo o la zona, cuenta con el equilibrio idóneo entre grasas, hidratos, fibra y proteínas. Es decir, ingerimos todo lo que necesitamos diariamente sin necesidad de atiborrarnos con un primero, segundo y postre.
El origen del nombre no está del todo claro. Hay partidarios que consideran que Buddha bowl proviene de la similitud entre la barriga de Buddha y un bol lleno de comida. Pero para otros muchos, este apelativo hace referencia al recorrer de los pueblos por parte de los monjes budistas aceptando los alimentos que les facilitaban los parroquianos. Dada la gran variedad que recibían, estos budistas terminaban ingiriendo una dieta variada y de lo más saludable.
Ingredientes básicos
Lo importante de este plato, además de emplear un bol, es que la mezcla de ingredientes resulte sana y nutritiva. Los ingredientes más comunes en cualquier Buddha bowl son:
- Vegetales crudos o cocidos. Para favorecer la digestión, se suele recomendar la mezcla de vegetales crudos y cocidos. Por lo general, en este plato destacan los vegetales de hoja verde al natural con verduras de temporada cocidas: brócoli, espárragos, coles de Bruselas, judías verdes, calabacines, berenjenas, cebollas o pimientos.
- El arroz, la quinoa, el mijo, el trigo, el kamut o la pasta son el aporte de hidratos de carbono que requiere este plato.
- Proteínas. En este apartado, el origen proteínico dependerá de nuestro estilo culinario. Si prefieres la proteína de origen vegetal, siempre puedes añadir tofu o legumbres. Pero si te va más la proteína animal, siempre puedes incorporar queso, huevo, pescado o pollo.
- Grasas saludables o insaturadas. El Buddha bowl, para ser un plato altamente nutritivo, necesita aportarnos energía. La conseguimos con alimentos que nos aporten grasas insaturadas, como las semillas, frutos secos, aguacate, etcétera. ¡No te olvides de añadirlos o te quedarás sin fuerzas a la primera de cambio!
- Toppings y salsas. Estos son los últimos ingredientes para elaborar un Buddha bowl perfecto. Terminarás de equilibrar nutritivamente el plato añadiendo toppings como queso de castaña, vinagre de manzana, zumo de limón, aceite de oliva virgen extra o hummus, por poner solo algunos ejemplos. En nuestro caso, nos hemos decantado por la sabrosa Salsa de miel y mostaza Choví.
Instrucciones
- Pon a hervir la quinoa en agua siguiendo las instrucciones del envase. En general, se tarda entre 12 y 15 minutos para la cocción y otros 5 minutos de reposo.
- Pela y corta la cebolla en trozos medianos. Haz lo mismo con el boniato pero cortándolo en dados de 1 cm aproximadamente. Pon el boniato en un bol y mézclalo con 1 cucharadita de aceite, ¼ de cucharadita de sal, ¼ de cucharadita de comino y ¼ de cucharadita de pimentón.
- Dispón la cebolla y el boniato sobre una bandeja de horno. Cúbrelo todo con papel vegetal y hornea a 200ºC durante 20-25 minutos, dependiendo del tamaño de las verduras.
- Monta cada bol con la quinoa cocida, las hojas de col rizada lavadas, las verduras asadas y el aguacate en láminas. Por supuesto, no te olvides de regarlo todo con la Salsa de miel y mostaza Choví.