Con este calor, ¡no hay quien se resista a un helado! Sabiendo escoger, tu alimentación puede seguir siendo saludable y equilibrada.
No todos los helados son iguales. Tienen en común que se elaboran a partir de la congelación de la mezcla de diversos ingredientes, pero en función del tipo o cantidad de ingredientes utilizados, tendremos diferentes opciones para elegir. Entonces, ¿quieres disfrutar del rey del verano sin remordimientos?
Una forma de tomar helados de manera saludable es elaborarlos en casa, ya que por norma general, los que no están elaborados en casa son altos en grasas saturadas, colesterol y, además, contienen mucho azúcar.
Puede parecerte muy laborioso, pero vamos a desmitificar esto. ¡Verás lo fácil que es crear tú mismo, helados riquísimos ideales para tomar como postre o merienda!
¿Qué tipo de helado es mejor?
En primer lugar están los “helados crema”, que contienen como mínimo un 8% de materia grasa de origen lácteo y un 2,5% de proteína del mismo origen. Son los que mayor valor energético aportan: cada ración aporta entre la mitad y una tercera parte de las calorías que proporcionan los pasteles. Por lo tanto, el consumo de estos deberá ser ocasional. Un truco para obtener helados cremosos en casa y sin colesterol, es espesando tus frutas o sabores preferidos con natas vegetales para cocinar, como la de soja, avena o arroz.
Además, podemos encontrar los “helados leche”, que contribuyen al aporte de calcio y de proteínas. Estos contienen un mínimo de 2,5% de materia grasa de origen lácteo, mientras que el de leche desnatada contendrá como máximo un 0,3%. La leche y los yogures sirven como ingredientes saborizantes y espesantes, así que prueba a mezclar la misma cantidad de yogur que de fruta triturada o troceada, ponlo en moldes individuales y ¡al congelador! Si deseas dar un toque más dulce, opta por miel o mermelada sin azúcar. Y en el caso de tener intolerancia a la lactosa, o querer reducir las grasas animales de tu dieta, te recomendamos alternar o substituir la leche, o el yogur de origen animal, por alguna variedad vegetal.
En último lugar existen los helados a base de agua y los sorbetes, con un mínimo de un 15% de frutas. Estos tienen un valor calórico más bajo que el resto.
¡Prepara tu propio helado!
Pero desde aquí queremos apostar por la sencillez, rapidez y, sobre todo, por la cantidad de vitaminas y minerales que te puedas llevar en cada cucharada. Así que te animamos a que te dejes seducir por el color y el esplendor de las frutas de verano: melocotón, sandía, melón, mango, fresa, frambuesa, mora, arándanos, kiwi, piña, plátano, cereza, pera, manzana, albaricoque, y te pongas manos a la obra.
Simplemente, debes trocear y guardar las frutas en una fiambrera o bolsita en el congelador, para más tarde meterlas en el vaso batidor. Si tienes más prisa, puedes mezclar tu fruta favorita con hielo en el robot de cocina o batidora. Para conseguir una textura más cremosa opta por frutas carnosas o añade yogur o nata. E innova dando un toque diferente con unas hojitas de menta o hierbabuena, ¡el mango o la sandía con ellas, combinan genial!
¿Helado para merendar? Añadiendo a tu fruta congelada un vasito de tu leche vegetal favorita, y utilizando de topping un puñado de nueces, almendras, muesli o cereales integrales crujientes, cacao en polvo puro o semillas de sésamo, disfrutaras de una merienda deliciosa y muy rica en vitaminas y minerales.
Por último te retamos a que pruebes con un helado salado. Congela tomate, cebolla y pimiento troceado. Pasadas 4 horas, ponlo en el vaso batidor, añade agua, aceite de oliva virgen extra, vinagre de manzana, sal marina y unas hojitas de albahaca, y ¡a refrescarse!
Ahora ya sabes cómo deleitarte con un saludable helado incluso como entrante, postre o merienda.