Octubre es el mes en el que el otoño ya ha empezado. Después de un largo período estival, llega el momento de la transición que poco a poco da paso al frío. Durante esta época notamos que empiezan a bajar las temperaturas, lo que lleva a nuestro organismo a tener que adaptarse de una estación muy calurosa a una más húmeda, que también trae consigo las lluvias y el viento tan típico de esta temporada.
Este mes también conlleva a la denominada depresión otoñal, también conocida como astenia otoñal. Aunque muy pocas personas conocen en qué consiste, es posible que en algún momento de tu vida te hayas sentido de esta forma.
Depresión otoñal: qué es y cómo se manifiesta
La depresión otoñal es un trastorno que también se conoce como síndrome afectivo estacional que se caracteriza por una serie de síntomas que aparecen según va avanzando el otoño.
La causa parece ser desconocida, aunque los especialistas defienden que está relacionada con los cambios hormonales que sufrimos como consecuencia de la disminución de la luz solar. Como sabemos, durante este mes nos damos cuenta de que cada vez los días se van haciendo más cortos y la noche aparece antes. Por ese motivo, el día 25 de octubre se produce el cambio de hora en nuestros relojes, pasando al conocido horario de invierno.
¿Cuáles son los síntomas de la depresión otoñal?
Las personas que la padecen tienen una cierta sensación de debilidad y cansancio. De manera habitual no suelen tener mucho ánimo para realizar actividades y muestran desinterés, apatía e irritabilidad. Además, puede aparecer insomnio y se tiende a comer peor.
La depresión otoñal ¿es algo pasajero o persiste en el tiempo?
Afortunadamente, se trata de un tipo de depresión que tiende a desaparecer con el paso del tiempo, tal vez en unos días o semanas.
A las personas que padecen este tipo de alteración del humor se recomienda que opten por la alimentación propia de esta temporada, ya que, como todos sabemos, la naturaleza es sabia y pone a disposición aquellos alimentos que ayudarán positivamente a sobrellevar esta situación.
En especial, los higos pueden resultaros de utilidad tanto para combatirla como para prevenirla, ya que son unas frutas ricas en vitaminas del grupo B, ideales para mantener el ánimo y la energía que necesitamos. Además, contienen azúcares, minerales, proteínas y vitaminas, así como antioxidantes.
Otros alimentos interesantes pueden ser el chocolate, que tiene propiedades estimulantes del sistema nervioso, el arroz integral y la levadura de cerveza, ambos excelentes alimentos con proteínas, hidratos de carbono y vitaminas del grupo B.
Aunque sin duda, lo que realmente te ayudará a prevenir la depresión otoñal es mantener una dieta sana y equilibrada, así como estar activo practicando ejercicio físico de manera regular.
Este otoño, ¡evita el desánimo y que nada te pare!
