El arroz al horno, uno de los platos más típicos de la Comunidad Valenciana, es relativamente fácil de hacer en casa. Sin embargo, conseguir que una receta a base de arroz te salga realmente sabrosa, no siempre es tan sencillo de conseguir. Te invitamos a descubrir con Choví los trucos que necesitas para conseguir un arroz al horno perfecto.
Tipos de arroz al horno
En sí, la receta de arroz al horno será siempre la misma. Lo único que podríamos variar es con qué cocemos el arroz: agua o caldo de cocido. Si optamos por hacerlo con agua obtendremos el arroz al horno clásico, también conocido como arròs al forn o arròs pasexat. Si preferimos el caldo de cocido terminaremos en la mesa con un rossejat d’arròs o arroz pobre, aunque no para todos los valencianos. En algunas zonas del levante, el arròs sejat es básicamente arroz con pescado. Su origen es muy humilde. Se trata del arroz que preparaban los pescadores en sus barcazas para aprovechar el pescado no vendido.
Cómo conseguir un arroz al horno suelto
Está claro que para lograr un arroz al horno único, debemos dominar el arte de cocinar el arroz. Pero no cualquier arroz, si no aquel que realmente conseguirá realzar los sabores de este delicioso plato.
Esta receta hace referencia a los arroces secos. En estos platos el grano debe estar perfectamente cocido, pero sin formar pegotes. Es decir, los granos de arroz deben quedar sueltos. Y, aunque pudierais pensar lo contrario, conseguirlo es bastante sencillo.
Tipo de arroz
Dependiendo de lo que se vaya a cocinar, un tipo de arroz será mejor que otro. Por ejemplo, el arroz largo, vaporizado o tipo basmati es perfecto como guarnición. Sin embargo, para nuestro arroz al horno debemos optar por el arroz bomba, pues logrará retener toda la sustancia del caldo de cocción.
Además, siempre es recomendable usar un arroz de reciente cosecha. Desecha el arroz que tengas sin usar en casa, pues no quedará igual de rico. Cuanto más “viejo” sea el arroz, más líquido necesitará para cocinarse y absorberá mucho menos el sabor del resto de ingredientes.
El recipiente ideal
Al igual que ocurre con el tipo de arroz, el recipiente donde se cocine influirá mucho en el resultado final. Tanto los arroces al horno como las paellas o recetas similares precisan paelleras, ollas o sartenes de poca altura y diámetro grande. El motivo es simple, al usarlas el caldo de se evapora uniformemente y se cocina de manera homogénea.
Ya que estamos hablando de arroz, debéis saber que si lo que quieres es un arroz blanco o de guarnición, te saldrá mucho más sabroso si lo preparas en ollas altas y con tapa, pues facilitan su cocción. Si lo que quieres es un arroz caldoso, entonces debes elegir un recipiente con altura y de gran diámetro.
Tiempo de cocción
Si lo cueces más de la cuenta, en vez de arroz al horno obtendrás una especie de pasta irreconocible. La cocción del arroz depende del tipo de grano. En este caso, el grano redondo o bomba necesita entre 16 y 20 minutos de cocción.
Te recomendamos poner el temporizador en 16 minutos y, una vez hayan transcurrido, prestes atención a la paellera o cazuela. Tu gusto será determinante para identificar cuando el arroz al horno esté perfecto.
Agua o caldo, he aquí el dilema
Antiguamente había que limitarse al agua para elaborar esta receta. Sin embargo, cocer el arroz con un buen caldo nos permitirá degustar un plato lleno de sabor. Pero no te limites al caldo industrializado. Si lo preparas tú mismo, el arroz al horno casero te quedará para chuparte los dedos.
El arroz al horno que nos traemos entre manos es con carne. Por ello, os recomendamos elaborar un caldo sofriendo con aceite de oliva, unos buenos trozos de carne o pollo, verduritas troceadas, agua y su buena media horita cocinando.
Al tratarse de un arroz seco, tendremos que añadir dos partes de caldo por cada parte de arroz para que nos quede delicioso.
No remuevas
Al unir el caldo con el arroz, solo es necesario bajar el fuego y esperar a que pasen los minutos de cocción. Nada de remover. No es necesario. Aprovecha este tiempo para dejarte la cocina recogida si quieres.
¿Fuego fuerte o lento?
En este punto tenemos dos opciones dependiendo de qué hayamos echado primero, el caldo o el arroz. En el caso de añadir el caldo sobre el arroz, déjalo que alcance el punto de ebullición a fuego medio y después bájalo a lento para que se siga cociendo lentamente el tiempo que necesite.
Por el contrario, si decides añadir el caldo al sofrito y después el arroz, emplea un fuego vivo hasta que hierva. A continuación, incorpora el arroz, espera que hierva y, en ese momento, baja el fuego todo lo que puedas hasta que veas las burbujitas del arroz cociéndose. A partir de ese instante, comienza a contar los minutos de cocción del arroz.
Con estos seis truquitos te convertirás en un auténtico chef elaborando arroz al horno. Te faltará espacio en la mesa para tantos comensales.