El baño María, también llamado baño de María, es una de las técnicas culinarias más importantes, populares y con más historia de la cocina mundial.
Tanto es así que lleva empleándose desde, al menos, el siglo III, cuando María de Alejandría, la que se cree fue la primera alquimista, comenzó a utilizarla en su taller de trabajo.
Lo que al principio fue un método empleado en las industrias químicas, farmacéuticas y cosméticas no tardó en extenderse a la culinaria por sus bondades a la hora de calentar y cocinar todo tipo de alimentos.
Pese a tratarse de una técnica antiquísima, sigue siendo una de las más utilizadas, tanto en las cocinas profesionales como en las particulares. Motivo por el que hemos querido dedicarle un artículo.
Así que si quieres conocer con exactitud qué es el baño María, cómo se hace y unos cuantos trucos para mejorar tus cocciones no te pierdas las siguientes líneas.
¿Qué es Baño María?
El baño María es un método para calentar una sustancia lentamente, sumergiendo el recipiente que la contiene en otro más grande que posee agua u otro líquido y que se lleva a temperatura de ebullición.
Para cocinar un alimento al baño María es necesario disponer de dos recipientes de diferentes tamaños. Uno más grande que se cubrirá parcialmente de agua u otro líquido y otro más pequeño en el que se depositarán los alimentos que se desean cocinar.
Para iniciar la cocción se coloca el recipiente grande en el fuego o en el horno y el recipiente pequeño dentro del grande. De esta forma el recipiente que contiene los alimentos no recibe el calor de forma directa, sino a través del agua hirviendo y del vapor que esta genera.
Te puede interesar→ Cómo cocinar al vapor
Se trata, pues, de un método de cocinado que permite un mayor control sobre la temperatura de cocción. Razón por la que es perfecto para cocinar aquellos alimentos que no toleran su exposición directa al calor.
Aunque generalmente es una técnica que se utiliza en la repostería, puede ser útil para hacer pasteles fríos.
Cómo hacer el baño María correctamente
Existen básicamente dos formas de cocinar al baño María: al fuego y al horno. Veamos cómo son y en qué se diferencian:
Baño María al fuego
Para cocinar al baño María en fuego se coloca un recipiente grande y profundo en el fuego y se llena de agua hasta, aproximadamente, un tercio de su altura.
Dentro de este se introduce un recipiente de menor tamaño que resista perfectamente el calor en el que irán los alimentos que se van a cocinar.
Se trata de un método ideal para ligar salsas y fundir chocolate. Dos elaboraciones en las que es necesario estar removiendo de forma constante para evitar que se sobrecuezan.
También es posible elaborar al baño María en fuego recetas de flanes o pasteles, tanto en olla como en cazuela u olla exprés. En este caso cubriendo el recipiente pequeño con papel film o papel aluminio para evitar que el agua entre en contacto con los ingredientes.
Baño María en horno
Para cocinar al baño María en horno se coloca la bandeja de horno en la posición central y se deposita agua en su interior. Sobre ella colocamos un molde de horno con el alimento que se desee cocer a fuego lento.
La temperatura más utilizada para la cocción al baño María es 200 grados, con calor arriba y abajo. El tiempo de cocción variará en función del alimento y de la receta que se desee elaborar.
En repostería, una buena forma de reconocer cuándo una elaboración está lista es introduciendo un palillo. Si la textura es uniforme y este sale fácil y limpio, es el momento de sacarla del horno.
Consejos para una buena cocción al baño María
A continuación te ofrecemos algunos trucos para mejorar todas tus cocciones al baño María:
- El agua que se coloca en el recipiente grande no debe superar la mitad de su altura. La cocción al baño María no necesita de mucha agua. Además, un exceso de agua puede provocar salpicaduras.
- La cocción al baño María debe iniciarse con el agua ya hirviendo. Es entonces cuando se introduce el recipiente pequeño dentro del grande, no antes.
- Para evitar que el recipiente pequeño se mueva empujado, por la ebullición del agua, coloca un paño en el recipiente grande antes de verter el agua.
- Para saber cuándo está lista tu elaboración, introduce un palillo y si este sale limpio y sin esfuerzo sabrás que está listo.
Te puede interesar→ Cómo hervir: Todas las claves
De igual forma que sucede con el resto de técnicas culinarias, nada como emplearlas varias veces para, a base de ensayo y error, ir afinando las cocciones.
Y es que dependiendo del tipo de fuego que se utilice, de la temperatura y, claro está, de los alimentos que se deseen cocer, los resultados que se obtendrán cocinando al baño María serán muy diferentes.
Si quieres saberlo todo sobre este y otros métodos de cocinado, así como los mejores trucos para mejorar tus habilidades a los fogones date un paseo por nuestro blog. Y recuerda, nadie nace siendo un gran cocinero, se aprende intentando.
El baño María, también llamado baño de María, es una de las técnicas culinarias más importantes, populares y con más historia de la cocina mundial.
Tanto es así que lleva empleándose desde, al menos, el siglo III, cuando María de Alejandría, la que se cree fue la primera alquimista, comenzó a utilizarla en su taller de trabajo.
Lo que al principio fue un método empleado en las industrias químicas, farmacéuticas y cosméticas no tardó en extenderse a la culinaria por sus bondades a la hora de calentar y cocinar todo tipo de alimentos.
Pese a tratarse de una técnica antiquísima, sigue siendo una de las más utilizadas, tanto en las cocinas profesionales como en las particulares. Motivo por el que hemos querido dedicarle un artículo.
Así que si quieres conocer con exactitud qué es el baño María, cómo se hace y unos cuantos trucos para mejorar tus cocciones no te pierdas las siguientes líneas.
¿Qué es Baño María?
El baño María es un método para calentar una sustancia lentamente, sumergiendo el recipiente que la contiene en otro más grande que posee agua u otro líquido y que se lleva a temperatura de ebullición.
Para cocinar un alimento al baño María es necesario disponer de dos recipientes de diferentes tamaños. Uno más grande que se cubrirá parcialmente de agua u otro líquido y otro más pequeño en el que se depositarán los alimentos que se desean cocinar.
Para iniciar la cocción se coloca el recipiente grande en el fuego o en el horno y el recipiente pequeño dentro del grande. De esta forma el recipiente que contiene los alimentos no recibe el calor de forma directa, sino a través del agua hirviendo y del vapor que esta genera.
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Se trata, pues, de un método de cocinado que permite un mayor control sobre la temperatura de cocción. Razón por la que es perfecto para cocinar aquellos alimentos que no toleran su exposición directa al calor.
Aunque generalmente es una técnica que se utiliza en la repostería, puede ser útil para hacer pasteles fríos.
Cómo hacer el baño María correctamente
Existen básicamente dos formas de cocinar al baño María: al fuego y al horno. Veamos cómo son y en qué se diferencian:
Baño María al fuego
Para cocinar al baño María en fuego se coloca un recipiente grande y profundo en el fuego y se llena de agua hasta, aproximadamente, un tercio de su altura.
Dentro de este se introduce un recipiente de menor tamaño que resista perfectamente el calor en el que irán los alimentos que se van a cocinar.
Se trata de un método ideal para ligar salsas y fundir chocolate. Dos elaboraciones en las que es necesario estar removiendo de forma constante para evitar que se sobrecuezan.
También es posible elaborar al baño María en fuego recetas de flanes o pasteles, tanto en olla como en cazuela u olla exprés. En este caso cubriendo el recipiente pequeño con papel film o papel aluminio para evitar que el agua entre en contacto con los ingredientes.
Baño María en horno
Para cocinar al baño María en horno se coloca la bandeja de horno en la posición central y se deposita agua en su interior. Sobre ella colocamos un molde de horno con el alimento que se desee cocer a fuego lento.
La temperatura más utilizada para la cocción al baño María es 200 grados, con calor arriba y abajo. El tiempo de cocción variará en función del alimento y de la receta que se desee elaborar.
En repostería, una buena forma de reconocer cuándo una elaboración está lista es introduciendo un palillo. Si la textura es uniforme y este sale fácil y limpio, es el momento de sacarla del horno.
Consejos para una buena cocción al baño María
A continuación te ofrecemos algunos trucos para mejorar todas tus cocciones al baño María:
- El agua que se coloca en el recipiente grande no debe superar la mitad de su altura. La cocción al baño María no necesita de mucha agua. Además, un exceso de agua puede provocar salpicaduras.
- La cocción al baño María debe iniciarse con el agua ya hirviendo. Es entonces cuando se introduce el recipiente pequeño dentro del grande, no antes.
- Para evitar que el recipiente pequeño se mueva empujado, por la ebullición del agua, coloca un paño en el recipiente grande antes de verter el agua.
- Para saber cuándo está lista tu elaboración, introduce un palillo y si este sale limpio y sin esfuerzo sabrás que está listo.
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De igual forma que sucede con el resto de técnicas culinarias, nada como emplearlas varias veces para, a base de ensayo y error, ir afinando las cocciones.
Y es que dependiendo del tipo de fuego que se utilice, de la temperatura y, claro está, de los alimentos que se deseen cocer, los resultados que se obtendrán cocinando al baño María serán muy diferentes.
Si quieres saberlo todo sobre este y otros métodos de cocinado, así como los mejores trucos para mejorar tus habilidades a los fogones date un paseo por nuestro blog. Y recuerda, nadie nace siendo un gran cocinero, se aprende intentando.