El Mediterráneo es sinónimo de alegría, de hospitalidad, de diversidad, de mestizaje, de cultura, de historia y también de una gastronomía sabrosa. Desde hace muchos siglos, los habitantes de los diferentes pueblos mediterráneos han tenido siempre algo en común; el secreto para disfrutar de la vida y de todos sus placeres, entre los que la comida tiene un lugar destacado.
No es para menos, ya que la dieta mediterránea, que además de aportar una gran variedad de platos y recetas está considerada una de las más saludables del mundo según la propia UNESCO. La dieta mediterránea se caracteriza porque en la mayoría de sus recetas se usa el aceite de oliva como ingrediente base para cocinar todo tipo de alimentos frescos.
Sin embargo, existen otras características de la dieta mediterranea que la convierten en un modelo de alimentación único tanto por sus beneficios saludables, como por su variedad de sabores frescos. En este post no solo te contamos por qué la dieta mediterránea es de las más populares en el mundo. Además, te daremos ideas de algunas recetas típicas del mediterraneo que puedes preparar tú mismo.
Características de la dieta mediterránea que la hacen única
En la lista de la compra de cualquier seguidor de la dieta mediterránea nunca falta el pescado, los frutos secos, los cereales (trigo, avena o cebada), huevos, carnes blancas, las frutas y verduras de temporada. Además de hierbas aromáticas y condimentos de todo tipo, como el azafrán o el pimentón de la Vera.
- Uso del aceite de oliva: Aunque ya te lo hemos adelantado, este ingrediente es esencial para cocinar y aliñar platos, sustituyendo otras grasas menos saludables.
- Platos ricos en frutas y verduras: La tierra del mediterraneo es rica en agricultura, de ahí que estos alimentos se consuman en cada comida, lo que aporta color y nutrientes esenciales a la dieta.
- Preferencia por el pescado y mariscos: Por cercanía al mar, los productos por excelencia son los que provienen de la costa. Se eligen sobre las carnes rojas, siendo una fuente principal de proteína.
- Limitación en el consumo de carnes rojas: Estas se ingieren esporádicamente y en porciones controladas.
- Integración de legumbres: Elementos como lentejas y garbanzos son comunes debido, también, a la gran costumbre agrícola del territorio mediterráneo.
- Consumo de cereales: Bases como el pan integral, la pasta y el arroz se presentan en su forma más natural.
- Uso extensivo de hierbas y especias: Estas reemplazan a la sal para sazonar los alimentos, enriqueciendo los sabores de manera natural.
- Consumo ocasional de vino: El vino tinto se disfruta durante las comidas, pero siempre de manera moderada.
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Beneficios de la dieta mediterránea para la salud
La dieta mediterránea aporta muchos beneficios a nuestro organismo ya que gran parte de ella se basa en el consumo de alimentos naturales como frutas, verduras, legumbres, cereales, pescado y, en cantidades más moderadas, las carnes de aves, huevos camperos y lácteos (yogures, quesos, postres).
El aceite, que es la base de todas nuestras salsas y el elemento imprescindible para preparar nuestro famoso allioli, es rico en vitamina E, beta-carotenos y ácidos grasos monoinsaturados que le confieren propiedades cardioprotectoras.
Otros beneficios demostrados de la dieta mediterránea son que mejora la función cognitiva, previene la hipertensión y el riesgo de tener diabetes. Además, también reduce considerablemente la probabilidad de padecer Parkinson o incluso algunos tipos de cáncer.
Recetas mediterráneas para incluir en tu menú semanal
Ahora que ya conoces todas las características de la dieta mediterránea y sus beneficios, es hora de que te demos esas ideas de platos exquisitos y fáciles de añadir a tu dieta.
Para empezar con los ejemplos de recetas, es clave hablar del desayuno típico mediterraneo. Donde no pueden faltar las tostadas con tomate y el zumo de naranja. Un desayuno completo para empezar el día con la energía suficiente. Aquí se suele combinar la fuente de proteína de las tostadas: jamón serrano, aguacate, revuelto etc. Además, lo más típico es terminar con un buen café.
Para las cenas y comidas tenemos una gran variedad de platos donde elegir, desde ensaladas, arroces, pescados etc. ¡Escoge tu favorita!
- Ensalada griega: Una mezcla de tomates, pepinos, cebollas rojas, aceitunas, kalamata y queso feta, aderezada con aceite de oliva, jugo de limón, ajo y orégano. ¡No te olvides de la salsa de yogur!
- Paella: Un plato español con gran versatilidad. Puedes optar por una paella de marisco, como el arroz del senyoret o una auténtica paella valenciana. También existen opciones vegetarianas como la paella de verduras. Muy diferentes entre ellas pero las dos deliciosas.
- Gazpacho: Una sopa fría de tomate, pimiento, pepino, cebolla y ajo, sazonada con aceite de oliva, vinagre y sal.
- Pescado al horno con hierbas y limón: Filetes de pescado (como lubina, dorada o salmón) sazonados con hierbas mediterráneas como romero, tomillo y orégano, y horneados con rodajas de limón. Esto complementado con nuestro alioli extra suave queda de rechupete.
- Hummus: Una pasta a base de puré de garbanzos, tahini (pasta de sésamo), ajo, jugo de limón y aceite de oliva, servida como un dip con pan de pita o vegetales.
- Moussaka: Un plato griego similar a lasaña, hecho con capas de berenjena, carne picada (generalmente cordero), tomate y una salsa bechamel cremosa. Prueba nuestra receta de musaka con Alioli.
Estas recetas adicionales te permitirán disfrutar de más variedad y sabores característicos de la dieta mediterránea. ¡Espero que las disfrutes!